ALFANEQUE II, ‘recinto de tela que rodeaba las tiendas de los sultanes de Marruecos’, del bereber Ȑafarâg ‘recinto’, ‘alfaneque’.

1.ª doc.: 2.a mitad S. XII, V. mi artículo en Al-And., XVIII, 142.

Dozy, Gloss., 105-7; Eguílaz, 158-9. Según indicaron estos autores los textos prueban que el alfaneque no era una mera tienda de campaña, como lo define la Acad. Es decisivo para esta etimología el siguiente pasaje de la crónica citada, que debo a una indicación manuscrita de Dozy en su ejemplar del Glossaire: «Gomarazan desque lo sopo llamó a todos los suyos, et salieron ferir en la hueste de los Almohades, et desbaratáronlos... Et Gomarazan entró en el alfareque del Miramamolin, et tomó las señas et los atabales, et fizo tañer las trompas, et llamóse Rey de Tremecen» (ed. Cerdá y Rico, p. 401, lín. 34; ed. Rivad. LXVI, 310a). Aquí tenemos la forma primitiva, alterada después en alfaneque, forma que ya se halla en otro pasaje del mismo texto (ed. Rivad., 323b); es probable que, según ocurre en tantos arabismos, se cambiara la -r- en -l-, y ésta pasaría a -n- por disimilación, ayudando además la confusión de este vocablo extranjero con alfaneque ‘halcón’, más conocido.